miércoles, 22 de abril de 2009

Neuromatrix

Todo el mundo habla de la Neuromatrix, pero ¿qué es en realidad? Os transcribo el resumen de un artículo del propio Melzak, traducido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor y que tine por referencia Del umbral a la neuromatriz. R Melzak. Rev Soc Esp Dolor 2000; 7: 149-156.


Resumen
La contribución más importante de la teoría de la regulación del umbral a nuestro conocimiento del dolor fue su hincapié en los mecanismos neurales centrales. Esa teoría obligó a las ciencias médicas y biológicas a concebir el cerebro como un sistema activo que filtra, selecciona y modula los estímulos. Por otra parte, las astas dorsales dejaron de ser estaciones de transmisión meramente pasivas para convertirse en lugares donde ocurrían actividades dinámicas (inhibición,excitación y modulación). El gran reto que nos plantea el futuro es llegar a comprender el funcionamiento del cerebro. Por ello, he propuesto que el cerebro posee una red neural –en la neuromatriz de la conciencia corporal– que integra diferentes estímulos para producir el tipo de respuesta que provoca dolor. La neuromatriz de la conciencia corporal está formada por una red neural ampliamente distribuida y formada por componentes paralelos somatosensoriales, límbicos y talamocorticales que son responsables de las dimensiones senso-discriminativas, afectivo-motivacionales y evaluo-cognitivas de la experiencia del dolor. La arquitectura sináptica de la neuromatriz está determinada por factores genéticos y sensoriales. La respuesta “neuroespecífica” de la neuromatriz –conjunto de impulsos nerviosos con distintas dimensiones temporales y espaciales– es producida por programas neurales genéticamente incorporados a la neuro matriz que determinan las cualidades específicas y otras pro p i edades de la experiencia y la conducta del dolor. Entre los diferentes estímulos que actúan sobre los programas de la neuromatriz y contribuyen a la respuesta neuroespecífica se encuentran (1) los estímulos sensoriales (receptores cutáneos,viscerales y otros receptores somáticos); (2) estímulos visuales y otros estímulos sensoriales que influyen en la interpretación cognitiva de la situación; (3) estímulos cognitivos y emocionales fásicos y tónicos desde otras áreas del cerebro;(4) modulación inhibidora neural intrínseca inherente en todas las funciones cerebrales; (5) la actividad de los sistemas de regulación del estrés del organismo, entre ellos las citoquinas y los sistemas endocrino, autonómico, inmune y opiáceo. Hemos recorrido un largo camino desde el concepto psicofísico que planteaba una relación simple y unívoca entre lesión y dolor. Ahora existe un marco teórico en donde el potente sistema de estrés y las funciones cognitivas del cerebro, además de los estímulos sensoriales tradicionales, modulan una plantilla genéticamente determinada para la conciencia corporal. © 1999 Asociación Internacional para el Estudio del Dolor. Publicado por Elsevier Science B. V.

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